24.12.10
70. Él le pidió perdón.
18.12.10
69. Derrochando tiempo.
Nada mas que tiempo.
Y tu lo derrochas.
Lo derrochas.
Se te escapa.
No lo notas.
Ocupado estas.
Tiempo. Nada mas que tiempo.
Valioso tiempo.
Y tu lo derrochas.
Lo derrochas.
Se te escapa.
No lo notas.
16.12.10
68. Te convertirás en rosa.
Se convertirá en rosa quien le tema a la muerte. Le saldrán espinas en su delgado tallo y morirá de dolor al brotar veneno.
Se convertirá en rosa los que se mienten a sí mismos, y nieguen que la vida es un parque de diversiones.
Te convertirás en rosa, querida semilla, y cuando crezcas, saborearas la sangre de los pocos que intentaron secuestrarte.
11.12.10
9.12.10
65.
7.12.10
64.
63. Novedades.
2.12.10
62. Que día tan triste me pusiste hoy, Vida.
29.11.10
61. Soy este post.
28.11.10
60. Soy rojo.
27.11.10
59. Como quisiera estar enamorada.
Me miran. Me observan.
Tu mirada me grita.
Me insulta, me escupe.
Me observas y necesito que me abraces una vez más.
Me abrazas y me adhiero a ti.
No quiero despertar.
Ahora dime:
¿qué quieres de mí?
Ya te lo di todo,
ya te dije todo lo que tenía que decir.
¿qué quiero yo de ti?
¡ya me cansé de ti!
Pero me es imposible no hablarte
no pedirte un abrazo,
no agarrarte la mano,
mirarte. Y me siento ingenua.
No entra en mí, que ya todo acabó.
Pero ya todo acabó.
Ni siquiera eras mío.
21.11.10
57. Muerte, ¿para qué tenerle miedo?
19.11.10
56. Miedo.
14.11.10
55. Algo platónico.
54. 2005/2006.
10.11.10
53. Ni ahora ni nunca.
7.11.10
52. Pasan los días y nada termina, el tiempo se extiende y todo es eterno.
3.11.10
51. Un año que me sumo, un año de vida que me resto.
2.11.10
50. Noviembre nos arranca Vida con sus mordiscos.
Lluvia que cae sin pausas. Días que empapan hasta al Sol. Empapan los días, las noches. Estrellas ahogadas en el cielo. Una Luna que flota en el reflejo del agua.
31.10.10
26.10.10
48. Realidad.
25.10.10
47. Desnúdate, mujer.
20.10.10
45. Pájaro.
18.10.10
44. Poco perceptible.
16.10.10
13.10.10
42. Conocí a un hombre que podía volar.
7.10.10
3.10.10
40. Ahí estás.
25.9.10
39. Insomnio a las 3 de la madrugada.
24.9.10
38. Recuerdos.
6.9.10
37. Venezuela.
31.8.10
36. Vacío.
29.8.10
35. Última carta de amor.
25.8.10
34. Over.
www.youtube.com/watch?v=sqRXFf4uOpM&ob=av2e
Recuerdo que cuando tenía (creo) entre los siete y nueve años amaba esta canción, porque era de Lindsay Lohan y me gustaba el ritmo y el video. Me parecía genial.
Ahora que escucho esta canción después de unos cuatro o cinco años, tiene un nuevo significado para mí.
De esos momentos en los que te preguntas ¿ya acabó? Y sigues con el "échale y échale" de preguntarse si ya se acabó. Y te das cuenta que... apenas empieza.
Y sólo queremos que acabe. Porque estamos hartos de preguntarnos si ya acabó. Hartos de saber si es que va a haber una continuación. Estamos hartos de no saber en que estado estamos.
I cant live without you
Can't breathe without you
I dream about you
honestly
Tell me that its over
Because if the world is spinning and I'm still living
It wont be right if were not in it together
Tell me that it's over
Así es como dice el coro.
Y en verdad necesito que me digas si ya se acabó.
33. Muero cuando mi recuerdo en ti muera, y cuando mi cuerpo se marchite.
32. Volver en el tiempo.
A veces me siento tan ida del mundo. Y me siento flotando en el aire, pensando, durmiendo con los ojos abiertos.
A veces me siento tan llena. Atragantada. Me despierto a mitad de la noche con ganas de vomitar todo lo que dije durante el día.
A veces quiero vaciarme. Quiero vaciarme y quedar reducida a nada. A la nada que fui, soy o seré.
A veces, cuando no tengo sueño, quiero dormirme. Y luego quiero despertar con una sonrisa y un excelente día por delante.
A veces quiero hablar. Hablar hasta que mi lengua se seque y mis labios se queden rotos. Que mis glándulas salivales no produzcan nada más. Quiero quedarme muda, a veces. A veces, hablar de todo.
A veces, como hoy, quiero llorar. No sé porqué. Sólo sé que quiero llorar. Quiero llorar y pensar sobre todas las cosas malas que me han sucedido, o las cosas que me han dicho. O las cosas que no puedo creer, y lloro de felicidad (por ellas).
A veces (necesito) quiero escribir. Y quiero escribir mal de todo el mundo. Y quiero escribir que aprecio le tengo a las personas. O lo que siento, o lo que quiero sentir.
A veces. A veces. A veces. ¿Por qué “a veces” y no “siempre”?
Siempre siento esto. Siento la necesidad de que alguien me escuche y me aconseje, que me diga qué camino tomar.
(A veces) Quiero volver en el tiempo.
Yo sólo quiero volver en el tiempo.
31. No me importa.
16.8.10
30. A veces tengo algo que decir, pero no sé cómo decirlo. Así que escribo "Tengo algo que decir", pero no les digo qué es lo que tengo que decir.
11.8.10
1.8.10
28. Entremezclado. Todo. Revuelto.
Aquello y esto... Entremezclado. Todo. Revuelto.
Y veo que todo rodea una palabra. Una palabra que he olvidado como pronunciar. Una palabra que mi lengua no sabe dominar.
Niñez.
Aquella pequeña persona perdida entre un millón de adultos.
Aquella pequeña persona que no sabía cómo escribir su propio nombre.
No mucho ha cambiado. Sólo si ignoramos como mi vocabulario ha cambiado tras los años y cómo mi cuerpo se ha agrandado, y cambiado.
Las mismas costumbres. Sigue sin gustarme las cosas (comestibles) verdes y no puedo dormir sin antes tomarme un vaso de agua.
La única palabra que tiene sentido para mí es “perdida”.
Estoy perdida, y no sé qué hacer.
Pienso en esto y aquello.
Aquello y esto... Entremezclado. Todo. Revuelto.
28.7.10
23.7.10
26. Lágrimas de tristeza por la huída de la felicidad.
Mirando hacia el cielo, en la mirada tenía un brillo de ingenuidad ¿Qué habrá descubierto hoy que le ha causado ese brillo?
“Mamá, ¡rápido! ¡Se va a ir! ¡Mamáaaaaa!” grita emocionado mi pequeño.
Corro hacia él y lo levanto en brazos. Le miro a los ojos. Noto emoción.
“Te lo perdiste, mamá. Se ha ido” dice desilusionado. Me mira.
“¿Qué se ha ido, mi amor?” le pregunto.
El mira hacia arriba. Yo miro hacia arriba. El cielo despejado y soleado.
“La felicidad, mamá, la felicidad” y lágrimas brotan de sus ojos.
22.7.10
6.7.10
24. En mi cabeza.
Encontrarían abrazos cálidos y juguetones, cosquillas torpes y significativas, mentirosas y dolorosas caricias, punzadas de dolor causadas por la presión de tantas mordidas que me han dado.
El primer, el último, el más apasionado y el más doloroso beso en formas de tulipanes y claveles, que apestan a mentiras, ignorancia y enseñanzas.
Encontrarían secretos en formas de lágrimas ahogando todo el contenido en el interior de mi cabeza.
Toda la inteligencia estaría en los rincones, tratando de alejarse de tanto caos.
Todos los nombres que alguna vez pronuncie, tatuados en mi cerebro, susurrando “te amos” y “te odios”, y uno que otro “quien mierda eres”.
Encontrarían pensamientos en forma de libros, unos best-sellers que se venden en mi interior.
Encontrarían neuronas muertas y sabores raros y fuera de lugar.
Así que espero que nunca abran mi cabeza y observen el contenido en su interior, hay muchas cosaslágrimasfloresinformacionsaboresteamosteodiosmentirasmordidasabrazoscosquillascariciasnombresnombresnombres que nadie debería versaber.
7.6.10
21.5.10
22. Divorcio.
Podía ver a mi hermano abrazando a su madre, llorando en su hombro como el niño pequeño que se había convencido de no ser.
Podía ver como mi hermana subía las gastadas escaleras de madera vieja, y ni una vez miró hacia atrás.
Podía ver a mi padre. Estaba sentada en su regazo, abrazándole.
Podía ver la Luna, todos estábamos afuera.
-¿Oriana?-preguntó mi padre.
Le miré, dándole a entender que tenía mi atención.
-¿Si me escuchaste?
El árbol de limones de mi patio estaba seco, pronto habría que cortarlo. Ya ni daba limones.
-¿Qué fue lo que dijiste?-le pregunte con voz débil y monótona.
Las nubes en el cielo estaban negras. Iba a llover. Esperaba que la casa se derrumbara.
-Tu madre y yo nos vamos a divorciar.
Esperaba que la casa se inundase. Esperaba ver todas mis pertenencias flotar.
-Eso fue lo que creí escuchar.
16.5.10
21.
No es que sea algo totalmente monumental verle llorar, pero nunca le había visto hacerlo.
Ni en la infancia, cuando se raspaba la rodilla y sangraba. Ni cuando sus padres se divorciaron, y anunciaron que ya no serían una familia. Ni cuando su pareja le atravesó el rostro con una cachetada. Ni cuando le dieron su diagnosis de cáncer.
Y he aquí, ella: Llorando. Llorando. Llorando. Durmiendo.
¿En qué estará soñando que le ha causado tal efecto?
Me imagino que debe ser.
Debe ser porque sabe que está a punto de morir.
Y siempre he sabido que ella me teme.
20. 12:44 de la noche. Adolorida. Cansada. Escribiendo…
1.5.10
28.4.10
18. Amando al ser que no he conocido.
Si supieras que inmovilizada, bailo al frente tuyo.
Aquí estoy, esperándote.
Despierta, soñándote.
Destrozada, amándote.
Cegada, observándote.
En silencio, gritándote.
Pacientemente, olvidándote.
17. El perro.
Me tratan como si fuera pedazos de escombro, no me interesa seguir su estúpido juego, y no tolero que me hablen con aquellas patéticas vocecillas; como si yo fuera alguien discapacitado o algún hediondo bebé.
¡No les voy a seguir más!
¡Cuando me llamen caminaré al lado opuesto!
No me esperaba esto de pequeño.
Pero bueno. Eso es lo que me pasa por ser un perro.
24.4.10
16. Una bailarina.
Derecha.
Uno. Dos. Tres. Cuatro.
Vuelta, giro, salto, sonrisa.
Talón, punta, talón.
Las jóvenes bailaban al ritmo de la música. Eran observadas por un centenar de personas, maquilladas y bien vestidas. Las faldas se agitaban en el aire chocando con el espeso aire.
¡Vueltas! ¡Giros! ¡Saltos! ¡Las bailarinas conquistaban al público con sus largas piernas y hermosos cabellos de seda negra!
Violines y chelos, flautas y un piano tocaban una canción divina y peculiar.
La música para.
¡TA TAN!
Pasos.
Pasos.
Pasos.
Una bailarina da vueltas y vueltas.
Sus cabellos girando y formando imposibles formas en el aire. Sus manos acariciando el aire delicadamente como si pudiera llegarse a romper. Sus piernas alzándose hasta su cabeza, dando a mostrar las mallas que llevaba debajo.
Alza la cabeza y hunde sus marrones ojos en los míos, observándome.
Hermana, cuánto tiempo ha pasado…
18.4.10
29.3.10
24.3.10
12. La prostituta.
Era de esperarse, la verdad, que estaba dormida tan profundamente que a simple vista hubiesen pensado que estaba muerta.
Sus cabellos ocultaban sus ojos, su nariz, su boca…
Llovía como la típica madrugada de octubre. Cuando las gotas chocaban contra las ventanas de vidrio parecía el sonido de la risa un bebe.
Se despertó.
Un poco tambaleante y torpe.
Se apartó los cabellos de la cara y agarró el dinero que el hombre le había dejado.
La paga de una prostituta.
18.3.10
11.
Sin saberlo de él te enamorarás. Sentirás nuevas sensaciones que quizás no entenderás y a todas tus amigas de él les hablarás. Y en tu corazón menos fuerte su nombre grabarás; con letras que quizás nunca olvidarás y un día vendrá a buscarte y se sentaran en un banco, y te hablará de miles de cosas que no habrás oído jamás. Y te besará despacito, quizás te asustarás. El día en que te pase esto, tu Mundo cambiará, lo verás maravilloso; un mundo de cristal en el que solo los dos podrán habitar. Mires donde mires su rostro verás, sus cabellos, su sonrisa y su forma de besar. Pero un día de estos, este mundo lo verás derrumbar, te quedarás sentada mirando como él se va, y una lágrima dorada tu rostro mojará. Te quedarás vacía, sin ganas de llorar, lo verás con sus amigos y no lo querrás saludar
Sus ojos con los tuyos siempre se juntaran. Al cabo del tiempo con otra lo verás, recordarás otros tiempos y de nuevo llorarás. Tus amigos y amigas te intentarán animar y te presentarán a alguien, a alguien muy especial. Te gustara su sonrisa y su forma de mirar, y aunque no te des cuenta, amiga mía, te habrás vuelto a enamorar.
-
Definitivamente no poseo esto, no lo escribí ni nada por el estilo ni se quien lo hizo.
Lo recibí en una de esas cadenas (si, lo admito, a veces las leo) y me pareció hermoso, realista y… deprimente.
9.3.10
10. No sé cómo.
5.3.10
9. Tú y yo somos uno.
27.2.10
8. Fuego en una Noche Fría.
26.2.10
7. Ojalá tuviera a alguien a quien decirle esto.
23.2.10
6. Por la noche.
No hay ninguna estrella allá arriba.
Me pregunto si eso significa algo.
15.2.10
5. Que se acabe.
4. Felicidad.
14.1.10
3. Tú.
Tu nombre; el que se hunde entre miles. El que millones pronunciaron pero jamás recordaron. El típico nombre que los padres les dan a sus hijos. Pero por eso lo amo; porque nadie lo recuerda. Porque fue oído por muchas voces, fue cantado en momentos de pena y gloria. Tu nombre, el que estaba escrito en aquella hoja de papel blanca. Tu nombre, el que hizo estremecer mi interior.
-
Tu sonrisa; vista por muchos, jamás elogiada como debería ser. Tristeza marcada en la punta de tus labios, un par de pétalos de un leve rojo carmín desgastado, como el dinero al pasar por varias manos. Fue tu sonrisa, entre muchas, a mitad de un chiste en lo que yo puse vista en. Fue tu sonrisa la que me hizo sonreír de nuevo.
-
Tus ojos; un par perfecto del color correcto en el clima de mi vida. Como se fijan en cosas bizarras y remotas, alejadas de la vida cotidiana de cada quien. Los que cautivan a un padre a ser mejor. Los que cautivan a un hijo a sonreír a mitad de un funeral. Los que cautivan al mendigo a sonreírle a la lluvia que empapa sus vestidos. Fue tu mirada entre muchas la que obtuvo mi atención. Fueron tus ojos húmedos los que me hicieron llorar por mi padre.
-
Tú.
Porque nadie se compara contigo, eres único entre muchos y saltas encima de los que están en el montón.
Tú.
Porque me haces reírle a los que se sientan a mi lado, porque jamás conocerán a un ser como tú. Me haces sonreírle a la Luna por ser, porque sin ella tal vez no formarías parte de mi vida. Me haces llorar, porque sé que pronto me veras con otros ojos y olvidaras quien soy. Me haces maldecirme a mi misma por ser como soy, porque quiero ser la mejor para ti.
Tú.
Que eres el caballero que saco la espada de la piedra con la que mi corazón había sido apuñalada.
Tú.
Que eres la lluvia que mis ojos ven. Eres la lava que cubre mi corazón. Eres la brisa que acaricia mis sentidos. Eres la voz que me arrullo mientras dormía. Eres el fuego que incendio mi sangre. Eres la tierra que permanece virgen.
Tú.
¡Hey, tu!
Si, tú ¿me oyes?
¿No? Pues agudiza tu oído.
Quiero decirte que—
Si, si quiero marcharme ya.
Pues—
¿Yo?
No, tú.
Tal vez, la memoria me falla.
¿Ahora si me dejarás hablar?
Gracias.
Te amo.
Si.
No, no es broma.
¿Tú me amas?
[…]
Vale, no respondas.
¿Siquiera me quieres?
No.
¿No?
Entonces ¿Qué significo para ti?
¿Enserio?
¿Significo la vida para ti?
¿Y más?
¿En serio?
Me harás sonrojar.
Guarda esos elogios para alguien con la autoestima baja.
Si.
No.
¡No lo sé!
¡TE AMO!
Perdón, era necesario.