24.12.10

70. Él le pidió perdón.

Recordando lo que fue principios de año, dejo esto que escribí el primero de mayo del 2010. Puede que no sea el mejor de los escritos, pero lo había olvidado y me sorprendí mucho al leer algo que no recordaba que había escrito, algo tan oscuro y deprimente.


Él le pidió perdón.
Ella lloraba, montones de lágrimas empujándose para salir de sus pequeños ojos.
¿Cómo sería ahora en adelante para ella? Tan débil y tan indefensa. Sin nadie en que apoyarse o confiar o… llorar con. Nadie a quien agarrarle la mano. Nadie con quien hablar.
El silencio era su condena.
Era como si desde adentro la hubieran destrozado. Hallando su camino hacia afuera. Comiéndose su latiente corazón. Destrozando cada célula de su cuerpo.
Se quedaba vacía. Completamente vacía. Como un vaso, el cual nunca fue llenado; solo observado: por ojos hambrientos e inseguros.
Valientemente se levantó de la silla, olvidando la conversación, olvidando que pasaba, olvidándolo a él. Ignorando la humedad de sus ojos. Ignorando los gritos que emanaban sus manos diciéndole “Destrózate”.
Olvidar e ignorar.
Se restregó una mano por sus ojos. Tal vez con más fuerza de la debida.
Se acostó en la cama, pensando en mentiras y rechazos. Los cuales había afrontado toda su vida y se durmió con tal facilidad que pensarían que estaba muerta.
Y lo estaba.

18.12.10

69. Derrochando tiempo.

Tiempo. Todo lo que tenemos.

Nada mas que tiempo.

Y tu lo derrochas.

Lo derrochas.

Se te escapa.

No lo notas.

Ocupado estas.

Tiempo. Nada mas que tiempo.

Valioso tiempo.

Y tu lo derrochas.

Lo derrochas.

Se te escapa.

No lo notas.

Te volteas.

Y te vas.

16.12.10

68. Te convertirás en rosa.

Ojos inyectados de sangre, llegaran a reventarse un día. Pintaran el cuarto de rojo. Y quien lo toque, se convertirá en rosa.

Se convertirá en rosa quien le tema a la muerte. Le saldrán espinas en su delgado tallo y morirá de dolor al brotar veneno.

Se convertirá en rosa los que se mienten a sí mismos, y nieguen que la vida es un parque de diversiones.

Te convertirás en rosa, querida semilla, y cuando crezcas, saborearas la sangre de los pocos que intentaron secuestrarte.

11.12.10

67. Sarah.

Te vi.
Me di cuenta que volviste.
Nunca te fuiste.
El sentimiento vivo como siempre.

9.12.10

66.


(el contenido de este post ha sido eliminado)

65.

Me dices que me quieres. Pasa un tiempo y quedo enamorada. Así, ilusionada.
Pasa un tiempo y dices que mejor lo dejemos hasta aquí. Que no me quieres herir.
Pierdo mi tiempo contigo.
Pasa un tiempo y me vuelves a hablar. De nuevo caigo y empiezo a recordar. Como me hablabas y me elogiabas. Todos los días me dejabas sonrojada.
Pasa un tiempo y me dices que te vas. Que puede que no volvamos a hablar. Así me dejas, te vas. Yo que? Te espere.
Volviste.
Empiezo a creer que nunca me quisiste.
Que todo esto un juego.
Todo esto fue para matar tiempo.
Y es horrible lo mucho que involucre mis sentimientos en esto, esto que llamamos Amor.
Pasa un tiempo y nos convertimos en conocidos. No se nada de ti. Tu apenas sabes de mi.
Pasa un tiempo y me hablas. Me llamas perra cuando soy yo la que debería insultarte.
Pero sabes que? No perderé mi tiempo contigo. Para que insultarte si nada de mis palabras te cambiaran? Que gano yo? Que ganas tu? Que ganamos?
Un año. Todo esto paso en un año. Y ahora me quedo desilusionada.
Me apena saber como fui en un principio.
Pero aprendí de esto.
Ahora, con respeto, te puedo decir que eres un desalmado hijo de puta.

7.12.10

64.

Sonreiré, porque dicen que me veo bonita así.
Pero yo no lo creo.
Estaré tranquila, y todos me preguntarán qué pasa.
Y no les responderé.
Me hablarán muchas personas, preguntándome algo.
Les mentiré.
Me rascaré la oreja y estornudaré.
Luego, me dormiré.

63. Novedades.

Mi hermano me rompió la computadora. Mi mamá me y le armo LA GRAN.
Me cancelaron ayer y hoy de clases. Mañana de nuevo clases, o eso espero.
Mi papá no viene en Navidad. Dice que no hay dinero.
No he estudiado nada para mis exámenes finales.
El otro día se me ocurrió un post pero se me olvidó.
Mañana un examen muy difícil y no he estudiado nada.
El resumen es de 18 hojas.
Pensé que este año me regalarían mi cámara, pero lo más probable es que no.
La verdad, el único regalo que quería este año de cumpleaños y de navidad era mi cámara. Pero las cosas no son como uno quisiera que fueran.
Llego a la conclusión de que ese dios del que todos hablan, está muerto.
He aprobado que mi color favorito es Rojo.
Acabo de sonreír porque una revista en mi país se llama ¨Novedades¨.

2.12.10

62. Que día tan triste me pusiste hoy, Vida.

De acuerdo, es hora de despertar.

Abro los ojos y lo primero que veo es borroso. Vagas imágenes de lo que en verdad está ahí.
Me quedo mirando el techo, escuchando el crujido de la madera. El abrir y cerrar de puertas de las casas de los vecinos. Algún bebé que llora. Un carro que acaba de pasar por mi calle. Y mi perrito llorando.
Dormí solo en una camisa y unas pantaletas. Busco algún pantalón para bajar a la cocina pero no encuentro ninguno. Me quito la camisa y me pongo un vestido de playa.
Voy hacia el patio, donde se encuentra mi perrito. Voy y lo observo comerse un juguete, no se da cuenta que estoy a dos pasos a través de un vidrio. De repente alza la vista y se apoya contra el cristal, llorando, ladrando.
Me levanto el vestido y le muestro mis pantaletas, le digo "¿soy bonita?". Me río. Voy a la cocina y no hay nada de comer. Tampoco hay nada de tomar. Agarro un vaso y me sirvo agua de la fría.
Me siento en una de las sillas de madera tan gastadas que en un día de estos llegarán a romperse. Veo el calendario y noto que es dos de Diciembre.

Ayer debí haber hecho algo especial, algo de vudú ¿tal vez? No sé. Algo para recordar que hoy es su día.
Nunca conocí a mi tío, sólo lo vi en fotos y he visto su huella en las caras de sus hijos, mis primos.
Él murió. Iba manejando en un puente con su esposa cuando ocurrió algo y el carro cayó en el agua. No sé si murieron por el impacto o ahogados.
Me gusta pensar que fue por la primera. Así no hubieran sufrido tanto.
No me atrevo preguntarle a mi mamá qué día fue que murieron. Pero sé que ayer fue el cumpleaños de mi tío. Así que, feliz día, tío. Ojalá estuvieras aquí.

Doy un suspiro. Detesto que me suspendan clases. Significa más trabajo y menos vacaciones navideñas. Estúpida situación del país. Estúpidas autopistas gastadas con huecos. Estúpida lluvia.
Subo al cuarto de nuevo. Me acuesto en la cama y me arropo hasta las orejas.

En la mente empiezo a cantar "Hey Jude".

29.11.10

61. Soy este post.


1. Soy rojo.
2. Soy un par de alas rotas.
3. El olor a madrugada.
4. El olor de un desvelo.
5. Soy conversaciones conmigo misma.
6. Soy la expresión "¡qué tedio!".
7. Soy el café que siempre me ofrecen pero nunca acepto.
8. Soy México. Querétaro, específicamente.
9. Soy "mierda", "scheisse", "merde" y "shit".
10. Soy mocasines con un hueco abajo.
11. Látigo.
12. La risa que te aturde.
13. Hermana de mis amigos, amiga de mis hermanos.
14. Soy el sonido de la ventana de skype.
15. Soy la pregunta "¿y si mamá y papá murieran a dónde iría yo?".
16. ¿Cuanto falta para mi cumpleaños?
17. Soy la mota que me ofrencen pero nunca acepto.
18. Soy uñas de los pies pintadas de rojo.
19. Oriana, tienes un lunar en el Iris.
20. Soy el sánduche del cual ya me cansé de comer.
21. Soy la Canon EOS que no me han dado.
22. Soy una fotografía.
23. Soy rap.
24. Soy la risa de mis amigas.
25. Soy el "gracias" que todos me dicen.
26. Soy una carie.
27. Soy la peor nota del salón.
28. Despeinada 24/7.
29. -¿Adivina qué número estoy pensado? -Cero. -...demonios.
30. Soy el tipo de persona con el cual mis padres nunca me dejarían juntar.
31. Soy la que toma leche achocolatada por las tardes.
32. Soy el símbolo de "Om".
33. Soy las 3:00 de la mañana.
34. Soy pornografía.
35. Soy un árbol de navidad falso.
36. SLO, California.
37. College Station, Texas.
38. Soy los 150bs que mi mamá no sabía que tenía.
39. Soy los 300 pesos mexicanos que le regalé a mi papá.
40. Soy hija de mi padre.
41. Hermana de mi hermana.
42. Engendro de mi madre.
43. La molestia de mi hermano.
44. Soy la vecina gritona.
45. La que come chocolate y sólo se queda con un pedazito por darle a casi todos.
46. Soy los 35 años de mi madre.
47. Soy ciudadana de Macondo.
48. Soy la palabra BIIIIII-SEEEEEE-XUAAAAAAAAL en clase.
49. Soy "Hallelujah" de Paramore.
50. "Que vida la mía" de Reik.
51. Soy la que come todos los días con alguien distinto.
52. Soy la que paga todo lo que debe.
53. Soy la excelente estudiante que podría llegar a ser.
54. Soy la que enseña Inglés.
55. Soy la tinta en la piel de todos.
56. Soy uñas pintadas de negro.
57. Soy el lunar cerca de mi pezón.
58. Soy el lunar en mi mejilla.
59. Soy la picassa de mi vida.
60. Soy los 47 años de mi papá.
61. Soy este post.

28.11.10

60. Soy rojo.

Quiero convertirme en libro.
Convertirme en libro y me abran. Me lean, me terminen y en un par de años me recuerden.
Quiero ser amor a primera vista y me digan por la calle "disculpe, señorita, pero usted es hermosa".
Puede que un día de estos. Puede que. Puede que un día de estos.
Quiero ser rojo. Quiero ser el rojo de unos labios acabados de morder, sangre que brota de una herida y necesita ser besada. Limpiada por una lengua escaza.
¿Y qué? Pocos conocen. Pocos concuerdan.
Nadie entiende el fuego.
Nadie entiende la lluvia que llevo dentro.



¿Alguien entiende?



¿Nadie entiende que soy carne? Soy carne.
Soy carne flácida y besada.
Nada más que un trozo de carne lanzada a unos perros callejeros.
Sí, nada más soy carne.
Pero soy más que carne, soy hueso y soy lágrima.
Rígida y líquida.
Soy una niñata.
Una niñata ¿pero es que ya nadie va a las piñatas?



"Niñata de mierda" te llamaban a ti, mujer estúpida.
¿Pero qué eres tú?
"Soy un lápiz".
¿Un lápiz, mujer? ¿Andas pacheca?
"Soy lápiz. Escribo en pieles ajenas. Firmo en lugares en los que no soy solicitada".
Entiendo, eres lápiz. ¿Pero lápiz de color?
"Soy lápiz de vida".



Soy pueblo y ciudad. Estado, soy un país. Soy un continente.
Soy Atlantis.
Llámenme Atlantis.



Pero hoy soy rojo.



Soy un beso y soy un dedal.
Soy una patética escena de Peter Pan.
Yo sí creo en las hadas.
Pero también creo que pueden morir.

27.11.10

59. Como quisiera estar enamorada.

Tus ojos brillan.
Me miran. Me observan.
Tu mirada me grita.
Me insulta, me escupe.
Me observas y necesito que me abraces una vez más.
Me abrazas y me adhiero a ti.
No quiero despertar.
Ahora dime:
¿qué quieres de mí?
Ya te lo di todo,
ya te dije todo lo que tenía que decir.
¿qué quiero yo de ti?
¡ya me cansé de ti!
Pero me es imposible no hablarte
no pedirte un abrazo,
no agarrarte la mano,
mirarte. Y me siento ingenua.
No entra en mí, que ya todo acabó.
Pero ya todo acabó.
Ni siquiera eras mío.
Y ni siquiera te conozco.

21.11.10

58. El tiempo se acaba, y yo aquí, socializando en mi cama.

57. Muerte, ¿para qué tenerle miedo?

¿Quieres un cigarro? -pregunta.
Ese cilindro blanco, olía a hierbas.
Lo agarro. Sin miedo a probarlo, inhalo. Es horrible pero sigo haciéndolo.
Tienes que aprender a fumar -me dice- es un arte ¿sabías?
No, no sabía -respondo.
La atmósfera es tan pacífica que me inunda un sueño infernal. Bostezo con la boca muy abierta y sonoramente. El me mira, observa mis labios. Sigo fumando.
¿Sabías que en este instante alguien podría estar muriéndose? -apunto.
No me digas... Pues... -inhala del cigarro profundamente y pesadamente dice, alzando el cilindro blanco- ¡a por aquella persona! ¡sabes que viviste bien!
Saco un bolígrafo y empiezo a rayarme en la piel.
La tinta podría colarse a tu organismo, podría matarte ¿sabias? deberías dejar de rayarte la piel.
He escuchado tantas veces eso.
Pero es que nadie entiende que ese es el punto.
No le tengo miedo a la muerte.

19.11.10

56. Miedo.

Tengo miedo.
Estoy aterrada.
Imagino tantas cosas y no puedo evitar
aferrarme. Aferrarme a nada.
Tener confianza en que soy inteligente.
Pero nadie entiende.
Tengo miedo.
Estoy aterrada.
Mortificada.

14.11.10

55. Algo platónico.

Me gustaría tener un amigo adulto. De unos veinte muchos años y en adelante con el cual pudiera hablar. Que sea paciente y me sonría y se ría de mí y conmigo. Que nos contemos relatos e intercambiemos poemas. Nos regalaríamos libros y pegaríamos nuestras narices a sus páginas recién impresas. Tomaríamos café mientras en las pausas, largos suspiros tomarían lugar. Pintaríamos lienzos y hablaríamos de la vida. De nuestros propósitos.


Al final; nos enamoraríamos.

54. 2005/2006.

(el contenido de este post ha sido eliminado)
(en resumen: este post trataba de cuanto extraño los años 2005 y 2006)

10.11.10

53. Ni ahora ni nunca.

-Dime ¿a dónde quieres ir? ¿quieres volar? ¿flotar? ¿nadar?
-Yo sólo quiero despertar.
-Esto no es un sueño, niña.
-¿qué es?
-Esto es esto. Esto es lo que quieras que sea.
Piensa en elefantes, cocodrilos, rosados y con crayolas en los oídos. Todo lo que piensa aparece. Aparece su madre, pensativa. Su padre, fumando. Su hermana, llorando. Ella, observando a todos con esa gentileza e ingenuidad.
-Así que esto es todo y nada a la vez.
-Exacto.
-Porque no es real, pero uno piensa que lo es.
-Exacto.
-Así que no existimos.
-No existimos. Ni ahora--...
-...Ni nunca.

7.11.10

52. Pasan los días y nada termina, el tiempo se extiende y todo es eterno.

Los sábados despierto pensando "ya comenzó el descanso" pero los domingos digo "ya terminó el descanso". Y no es justo.
No había notado de lo decaída que estaba al respecto hasta que mi vecina me dijo "¿qué pasa, Ori? ¿Andas mamada del colegio?" y ya quiero terminar esta etapa. Quiero comenzar a estudiar lo que en verdad me interesesa.
Pero como todos dicen "primero tienes que pasar por esto, y tienes que hacerlo bien, porque el promedio y noséquévaina...". Y tienen razón, no se los estoy negando. Pero ya quiero algo de independencia.
Me siento tan atrapada, tan mantenida, necesitada de cuidado; cuando en verdad preferiría ganar mi propio dinero, mi propia casa y mis propias reglas. Empezar mi familia. Y apenas soy una adolescente. Y me da miedo pensar en todo esto porque me siento mayor. Como si me estuviera perdiendo de un mundo que ni siquiera ha empezado para mí. Y no he vivido nada. Pero en mi mente han pasado siglos.
Y por eso es que a veces ni me importa la vida. Me siento tan vieja, y siento que ya he experimentado de todo cuando ni siquiera he experimentado la mitad. Y siento que he vivido tanto tiempo y es hora de que termine.
Me siento tan vieja, pero tan joven, pero tan perdida, pero tan...

3.11.10

51. Un año que me sumo, un año de vida que me resto.

Leí que cada siete años, las células de nuestro cuerpo entero se renuevan. Totalmente. Deduzco que en cierta manera, uno "desaparece" o algo por el estilo.
Mi cumpleaños es este quince. Maldito quince. Esta pequeña retoño cumplirá catorce años y desaparecerá.
Nunca me agradó la idea de celebrar mi cumpleaños, un simple beso y un bonito día basta. Una bonita cena, una conversación jugosa y satisfactoria bastan para mí.
Un año que me sumo, un año de vida que me resto.
Este año prácticamente le dije a casi todos que no quería nada de regalos ni en cumpleaños o navidad, siempre me regalan cosas que termino lanzando a lo más lejano de la gaveta. Les ahorro tiempo y dinero.
¡Como sea! "La intención es lo que vale". Díganme malagradecida pero la intención no me importa. Gracias, pero ten tu regalo de vuelta.
Además que los regalos son tan predecibles. Collares, pulseras, anillos, zarcillos, un monedero, una cartera, unas medias, un forro para el celular, una camisa que me queda corta, un pantalón que hay que devolver porque no me queda, un cd, una película del año de la pera, un libro nuevo (ya todos saben mi afición sobre la lectura).
Lo único que utilizaría serían los libros, para llenar mi estante y tener ese libro predestinado a leerlo en el 2016. O sino, lo quemaría. Uno de mis olores favoritos: papel quemado.
Volviendo al punto.
He llegado a la conclusión que no me gustan las festividades y toda esa mierda, sólo el ambiente es lo que me agrada.

2.11.10

50. Noviembre nos arranca Vida con sus mordiscos.

Empieza noviembre.
Lluvia que cae sin pausas. Días que empapan hasta al Sol. Empapan los días, las noches. Estrellas ahogadas en el cielo. Una Luna que flota en el reflejo del agua.

31.10.10

49. Feliz día.

(el contenido de este post ha sido eliminado)

26.10.10

48. Realidad.

Cierro los ojos.
Cierro los ojos y veo un vacío.
Nada entra, nada sale; pero de alguna manera todo se almacena.
Aprieto los ojos y restriego mis dedos contra ellos. Veo formas, máscaras, caras.
Veo tantas cosas y ninguna me resulta familiar.
Veo tantas cosas, las observo, las olvido y abro los ojos.

25.10.10

47. Desnúdate, mujer.

"Desnúdate, mujer".
Ella se quita los zapatos, las medias.
Se quita los pantalones usados que compró a medio precio.
Se quita la camisa de botones de presión.
Desabrocha el sostén y desliza las bragas hacia el suelo.
Se suelta el cabello rojo flamante, teñido, y cae en cascada por su espalda.
Él se acerca por detrás y apoya sus manos grandes como montañas en sus delgados hombros. Aquellos hombros besados y mordisqueados por tantos, pero tantos, hombres.
"Quítate la piel" dijo, mientras tocaba sus cicatrices.

20.10.10

46. La belleza de los días se va, y yo aquí; sin poder enamorarte.

45. Pájaro.

El niño sentado en el pasto. Sus piernas cruzadas y mirando sus manos sucias, llenas de tierra. Había cavado una tumba para un pájaro que había caído del árbol.
La madre llega y ve al pájaro.
Le ayuda a cubrir la tumba y ponerle bonitas piedras, flores y ramas.
El niño pone la mano en la tierra y dice "adiós, viviste bien".
La madre piensa en si explicarle como funciona la muerte, pero el niño le pregunta:
"¿Y si me crecieran alas, me convirtiera en pájaro y me fuera volando?"
"Sería tu árbol, tu refugio, ese ser que te cuida hasta que tu puedas hacerlo solo" responde la mamá.
"¿Y si me caigo?" mira hacia la pequeña tumba.
"Tendrás un hermoso velorio" le susurra la madre.
El niño empieza a cavar de nuevo y saca al pájaro. Lo mira atentamente y repentinamente, sale volando, alejándose, buscando vida.

18.10.10

44. Poco perceptible.

Una vez me pasó que miraba fijamente al techo una mañana, acabando de despertar. Como negociando con mi cuerpo a ver si se levantaba o no.
El techo está hecho de madera. Como una vez le oí decir a mi mamá "la madera del techo es canadiense".
Me puse a pensar "pero si la madera es madera, ¿cual es la diferencia de la madera entre un roble, un árbol de manzana o una sequoia?".
La respuesta me vino al golpe "tal vez las cosas menos perceptibles sean las que más diferencia tengan entre otras de su clase".

Me di cuenta que había aguantado el aire todo el tiempo, no respiraba.

¿La relación entre aguantar la respiración y cosas poco perceptibles?
Ninguna. O puede que respirar es algo poco perceptible.
O sólo quise contar esto de una manera muy misteriosa y significante poco significante.

13.10.10

42. Conocí a un hombre que podía volar.

María entra al cuarto.
Sus ojos brillaban de emoción. Me agarró las manos y dijo "Conocí a un hombre que podía volar".
La miré confusa, ya que dicha acción es imposible para un ser humano sin ciertos instrumentos.
"Conocí a un hombre que podía volar" repitió María "sus alas alcanzaban el cielo. No hablaba, pero siempre sonreía. Lo observé por horas al otro lado de la calle. Perdí dos de los autobuses que pasaron" dice María.
La agarré por la cara, tratando de sentir algún cambio de temperatura; pero nada. Su piel estaba a temperatura normal, y sólo su corazón trataba de salirse de su cavidad.
"Me decidí a cruzar la calle y hacerle compañía, sólo intercambiamos miradas y nos sonreíamos el uno al otro; hasta que me ofreció su mano" hace una pausa. No me muevo. Ella continúa "sus manos parecían un reflejo. Una luz que se emanaba por sí sola. Le agarré de la mano y me colgué de su cuello. Él me abrazaba, podía sentir el calor de sus largos brazos rodeándome". Sonríe, recuerda algo y prosigue "sus alas no se movían, así que supongo que estábamos flotando... Volamos con los pájaros y arrancábamos las hojas más altas de los árboles. Reíamos mucho".
Cierra sus ojos y aprieta la boca "¡CONOCÍ A UN HOMBRE QUE PODÍA VOLAR!" grita "¡Sus alas tocaban las nubes y sus cabellos eran de seda!".

Despierto.

Mi hermana al otro lado de la habitación observándome.
No pude evitar sentir un escalofrío al ver a mi idéntica gemela.
No pude evitar sentirme asustada al saber que fui yo la que conoció a un hombre que podía volar.

7.10.10

41. Sociedad.

(el contenido de este post ha sido eliminado)

3.10.10

40. Ahí estás.

Te puedo ver.
Te puedo ver, y estás escondido.
Entre los arbustos, te tapas con las hojas secas que crujen al aplastarse contra tu cuerpo. Crujen cerca de tu pecho, y por unos segundos; tu corazón se para.

Te puedo oler.
Te puedo oler, y hueles a miedo.
Tan empalagoso como pastel, caramelo y pudín de chocolate todo junto. La bilis sube por mi garganta y saboreo tu miedo. Te escupo, te piso, te olvido y me voy.

Te puedo sentir.
Te puedo sentir, y te siento alejado.
Estás rozando mi brazo y te siento ausente. Tu mirada se aleja detrás de mi oreja y miras al pasado.

Estás al frente mío, asustado, en otro lado.

25.9.10

39. Insomnio a las 3 de la madrugada.

Mis ojos están cansados.
Mi cara está destrozada por el insomnio.
Las ojeras estás presentes, no importa a donde vaya.

Y estoy cansada.
Estoy destrozada.
La soledad me hace compañía, no importa a donde vaya.

Me cansé de todas las personas.
Quiero conocer gente nueva.
Quiero estar en otro lugar.
Quiero no tener la necesidad de creer en algo en que,
obviamente, presente no está.

Los dedos de la muchedumbre me agarran y me estrujan.
Me arrastran y me abren desde adentro para saber
en qué estoy pensando.

Quejándome no gano nada.
Pero las ganas de hacer algo al respecto no llegan.

24.9.10

38. Recuerdos.

[No muy temprano, no muy tarde. En su niñez (pequeña, no se sabe qué edad específica)]
La niña iba en su pijama entero. Le cubría los brazos (inclusive las manos), las piernas (inclusive los pies), y todo lo demás del cuerpo.
Va hacia el cuarto de sus padres, resbalándose con el suelo liso. Llega y trata de montarse a la cama, no puede, es muy pequeña. Llora. Su padre se le acerca.
“¿Qué pasó, mhija?” subiéndola a la cama.
“No podía subirme a... a la cama” hace pucheros, se arrastra hacia el medio de la cama y se arropa, su padre se acuesta a su lado a ver tele, quedándose dormido, roncando.
La madre sube con el tetero de la pequeña, se lo da y ella empieza a tomar. Se queda dormida, la madre la carga a su cama. Su cama es dura. Muy dura. La arropa y se va a su cuarto.
[En la escuela. Pequeña (cuatro años, tal vez)]
Estaban en clase de matemática y estaban haciendo unos ejercicios.
“Verónica… ¡Psst! ¡Verónica!” susurra la niña.
“¿Qué?” contesta Verónica.
“Déjame ver tu dibujo…” dice.
“No, verás mis respuestas” contesta.
“No, no, no. Te lo prometo” sonrisa falsa.
Se lo muestra y ella pasea la mirada por las respuestas, memorizándolas.
“¡Oh! Qué lindo dibujas” sonríe. Verónica sonríe.
Anota las respuestas en su hoja:
1+1: 2
3+1: 4
5-2=3
[A la mitad de la noche, todos dormían. La pequeña despierta (pequeña, no se sabe qué edad específica)]
Se despierta, otra pesadilla tuvo esta noche. Puede sentir las sábanas mojadas, empieza a llorar silenciosamente. Va al baño y agarra uno de los pañales detrás de la puerta. Va al cuarto de sus padres.
“Mami… mamá… mami, mojé la cama” dice avergonzada.
La madre despierta, da un largo suspiro y se levanta.
Le cambia la ropa y le pone un nuevo pañal. Toca la cama y nota que está mojada. La lleva a su cuarto en brazos y la acuesta en su cama. La pequeña se acurruca al lado del padre, que dormido gruñe y le da la espalda a la hija. La mamá se acuesta. Se quedan dormidas.
[Tarde en la noche, en el carro. Pequeña (debe ser como a los cinco, seis o siete años)]
“Váyanse despertando, ya casi llegamos a la casa” anuncia la madre.
La pequeña, adormilada se enfada. No quiere llegar a la casa, quiere quedarse dormida en el carro.
“¡No! ¡Mami! ¡No! No quiero llegar a la casa ¡no! ¡No!” hace pucheros, llora.
Llegan a la casa y ella llora “Como se nota que tienes sueño” dice la madre, la toma en brazos y la lleva a la casa. La hermana mayor de la pequeña, baja del carro adormilada. El padre carga al hermano mayor y lo lleva en brazos a la casa.
[En la puerta de la casa. Pequeña (de tres a seis años)]
“Papá, papi…” llama la pequeña.
“Dígame, mhija” contesta él.
“¿Cuánto falta para que sea mi cumpleaños?” pregunta, inocente. Ni siquiera sabe qué año es, ni cuantos años cumplirá.
[SLO, California. En la bañera, la niña tiene ocho u nueve años]
La bañera está llena y enjabonada. La niña sentada en la bañera, enjabonándose.
[Venezuela. Casa (la niña, tal vez nueve o diez)]
Estaban viendo televisión la mamá, la hermana y la niña.
Mencionaron la palabra “masturbación”.
La niña pregunta “¿qué es masturbación?”.
La hermana se queda callada, haciéndose la que no escuchó.
La mamá contesta “algo que las niñas no hacen” le da una mirada severa.
[Casa]
Con la señora que trabajaba en la casa.
“Deisy, ¿qué es masturbación?” pregunta la niña.
La muchacha le pregunta “¿dónde escuchaste eso?”.
“En la televisión” inocente, contesta.
“Pregúntale a tu mamá” dice.
“No me quiso decir” contesta.
“Pregúntale a tu papá” dice “ya, déjame ver televisión”.
(Más tarde ese día)
Con el padre, estaban comiendo.
“¿Qué es masturbación, papá?” pregunta la niña.
El padre la mira “pregúntele a su mamá”.
“No me quiso decir” dice la niña.
“Pues, yo tampoco”.
La niña se levanta, furiosa se va a su cuarto, prende la televisión y la ve.
[En la escuela, hablando con Eugenia]
“Mis papás se divorciaron ¿te conté?” dice la niña.
“Vaya… ¿qué pasó?” pregunta.
“Que ya no se quieren, supongo. Mi papá se mudó de la casa” la niña empieza a llorar silenciosamente.
“Ori…” dice Eugenia “no llores… eh… no llores. Tranquila, Ori”.
Llega una maestra y le pregunta “¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?”.
“Nada, profe” contesta secándose las lágrimas “nada” sonríe.
[En las escuela, educación física]
Se le levanta un poco la camisa y una niña le dice “Eres muy gorda”.
La niña se voltea, va al baño.
[En la escuela]
“Me caes mal, me piqué contigo. Chao” se aleja la una niña con otra.
Fue el último día que comieron juntas.
[En la escuela]
“Marisela, entonces ¿no voy a hacer nada en el acto?” pregunta.
“No” se ríe, se burla de ella en su mente.
[Casa]
Mira la pantalla de la computadora. Llora.
Relee la conversación de MSN tres veces. Llora.
[Casa]
Está sola en la cocina, comiendo pasta.
El libro que se está leyendo a un lado y está escuchando el iPod.
Piensa en suicidarse.
[En el concierto de “Caramelos de Cianuro”]
Canta “Flor de Fuego” a todo pulmón. Grita.
“Oye, chama” dicen los del frente “¿te quieres venir para adelante? Me estás dejando sordo”.
Salta hacia las gradas de adelante. Sigue cantando.
Su primo atrás con su novia besándose.
Ella no tiene a nadie.
Piensa en suicidarse.
[Casa]
Está acostada en la cama. No puede dormirse.
Empieza a pensar en su vida y todo lo que le ha pasado.
Llora. Su madre entra, le pregunta que por qué llora.
Ella no le hace caso. La madre se va.
Prende la computadora y escribe.
La apaga, la guarda. Se queda dormida.
~
Momentos que recuerdo. No están en orden.

6.9.10

37. Venezuela.

Faltan tres días.
Tres días para largarme de México y volver a mi Venezuela.
No es que te haya odiado, México. Me agradaste mucho, me permitiste ver a mis tíos que ya hace seis o siete años no veía. Me permitiste encuestar a mi primo, visitarlo al hospital, abrazarlos a todos. Abrazar a mi tío, a mi prima y su esposo, mis primos, mi tía y su esposo.
Me agradaste, pero tu ambiente me ahoga y succiona.

Prefiero mi Venezuela. Que aunque es muy peligrosa y su gobierno no es el mejor, la prefiero. La amo a mi Venezuela. Aunque sus calles estén repletas de pobreza y latas. Ver a hombres recogerlas y ponerlas en sus bolsas. A mi Venezuela, no la cambio. Aunque me podrían robar el Blackberry o atracarme en la reja de mi casa. La prefiero. Aquí está mi historia, mis lágrimas y mis gritos. Mi sangre y mis risas. Mis amigas y mi refugio, mi mamá.
Sobre Venezuela escribiré mis canciones y relataré mis libros.

Venezuela, yo te amo, aunque no haya nacido en ti.

31.8.10

36. Vacío.

Estamos vacíos.
Estamos tan vacíos que tenemos que respirar más para llenarnos por dentro.
Estamos vacíos.
Todo síntoma de alegría o dolor, tristeza o [inserte aquí sentimiento(s)] desvanecido.
Estamos vacíos ¿qué no oyes?
Vacíos de todo y llenos de nada.
La nada que siempre estará dentro de nosotros.
Estamos vacíos ¿no me crees? ¿crees que bromeo?
¡Estamos vacíos! ¡JODER! ¡VACÍOS!
Estamos vacíos y no hemos encontrado la solución a llenarnos.
Pero... ¿y qué si estamos vacíos?
¿Qué si no queremos sentir nada?
Estamos vacíos, te digo, vacíos.
Vacíos dentro del vacío del vacío (Joder, ya la palabra "vacío" me suena rara).
Tu estás vacío y lo sabes bien. Yo, tú, él, nosotros, vosotros... ellos.
Vacíos. Todos.

29.8.10

35. Última carta de amor.

21/08/10/.

Me ha empañado la mirada tenerte cerca.
Sentirte mío y saber que escuchar cada uno de mis pálpitos, no es más que una ilusión de una adolescente enamorada. Quiero saberte tierno en mis manos y dulce en mis labios. Quiero que sepas que cada segundo que pasé esperando tu respuesta ante mi carta de amor, fueron los mejores invertidos en toda mi vida.
Quiero decirte que decirte unas palabras no basta para explicarte lo mucho que estoy enamorada de ti. Quiero decirte que las flores que cultivamos ante la espera de algún día poder rozar tus labios contra los míos, tienen un dulce aroma de amor. Un amor tan fuerte como el veneno más poderoso. Un amor que sólo los amantes de la soledad podemos entender.
Quiero decirte que de lo nuestro, mucho saldrá. Y muchos frutos fabricaremos.
Quiero decirte que tu mirada carcome mis arterias y muerde mis venas. Que de tu mirada saqué el valor de decirte que sin ti, la vida mía no es más que una tontería. Que contigo, es una fantasía.
Pero temo decirte que te amo. Y esa es la excusa para dejarte ir, y que ambos continuemos nuestras vidas. Temo decirte que ya no siento lo mismo que sentía ya hace varios años. ¿Años? ¿No eran días? Tanto tiempo ha pasado que de mi mano no surgen palabras para escribirte una última carta de amor. Perdón. Porque sé que te he dejado enamorado ¿Quién sabe? Tal vez yo siga enamorada de tu persona. Pero tanto tiempo ha pasado, y tanto lugar se ha expandido ante nosotros que ya no sé como sonreír ante saber que me esperas. Sentado en banco con una flor en la mano izquierda y promesas y besos en la otra mano.
Perdón por gastar tu tiempo, y el mío. Sé que pensarás que esto es pasajero, pero no lo es.
Temo decirte que te amo, y esa es la excusa para dejarte ir.






Inspirado en "El amor en los tiempos de cólera".

25.8.10

34. Over.

www.youtube.com/watch?v=sqRXFf4uOpM&ob=av2e


Recuerdo que cuando tenía (creo) entre los siete y nueve años amaba esta canción, porque era de Lindsay Lohan y me gustaba el ritmo y el video. Me parecía genial.

Ahora que escucho esta canción después de unos cuatro o cinco años, tiene un nuevo significado para mí.

De esos momentos en los que te preguntas ¿ya acabó? Y sigues con el "échale y échale" de preguntarse si ya se acabó. Y te das cuenta que... apenas empieza.
Y sólo queremos que acabe. Porque estamos hartos de preguntarnos si ya acabó. Hartos de saber si es que va a haber una continuación. Estamos hartos de no saber en que estado estamos.


I cant live without you
Can't breathe without you
I dream about you
honestly
Tell me that its over
Because if the world is spinning and I'm still living
It wont be right if were not in it together
Tell me that it's over



Así es como dice el coro.
Y en verdad necesito que me digas si ya se acabó.

33. Muero cuando mi recuerdo en ti muera, y cuando mi cuerpo se marchite.

Vivo de tus ayeres y promesas manchadas de mentiras.
A donde quiera que vaya, todos ven mi alma tatuada en mi cara.
Cuando respiro, la historia de tu vida continúa. Y ¿yo? muero en tu mañana.




Todos morimos dos veces. Todos.

32. Volver en el tiempo.

16/08/10/.
A veces me siento tan sola. Y más aun cuando estoy rodeada de gente que tienen conversaciones.
A veces me siento tan ida del mundo. Y me siento flotando en el aire, pensando, durmiendo con los ojos abiertos.
A veces me siento tan llena. Atragantada. Me despierto a mitad de la noche con ganas de vomitar todo lo que dije durante el día.
A veces quiero vaciarme. Quiero vaciarme y quedar reducida a nada. A la nada que fui, soy o seré.
A veces, cuando no tengo sueño, quiero dormirme. Y luego quiero despertar con una sonrisa y un excelente día por delante.
A veces quiero hablar. Hablar hasta que mi lengua se seque y mis labios se queden rotos. Que mis glándulas salivales no produzcan nada más. Quiero quedarme muda, a veces. A veces, hablar de todo.
A veces, como hoy, quiero llorar. No sé porqué. Sólo sé que quiero llorar. Quiero llorar y pensar sobre todas las cosas malas que me han sucedido, o las cosas que me han dicho. O las cosas que no puedo creer, y lloro de felicidad (por ellas).
A veces (necesito) quiero escribir. Y quiero escribir mal de todo el mundo. Y quiero escribir que aprecio le tengo a las personas. O lo que siento, o lo que quiero sentir.
A veces. A veces. A veces. ¿Por qué “a veces” y no “siempre”?
Siempre siento esto. Siento la necesidad de que alguien me escuche y me aconseje, que me diga qué camino tomar.
(A veces) Quiero volver en el tiempo.
Yo sólo quiero volver en el tiempo.

31. No me importa.

Me he convencido que no me importa.
Me han convencido que no me importa.
He tratado de convencerme que no me importa.

He decidido que no me importa.


Me niego a que me importe.

11.8.10

29.

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1.8.10

28. Entremezclado. Todo. Revuelto.

Pienso en esto y aquello.
Aquello y esto... Entremezclado. Todo. Revuelto.
Y veo que todo rodea una palabra. Una palabra que he olvidado como pronunciar. Una palabra que mi lengua no sabe dominar.
Niñez.
Aquella pequeña persona perdida entre un millón de adultos.
Aquella pequeña persona que no sabía cómo escribir su propio nombre.
No mucho ha cambiado. Sólo si ignoramos como mi vocabulario ha cambiado tras los años y cómo mi cuerpo se ha agrandado, y cambiado.
Las mismas costumbres. Sigue sin gustarme las cosas (comestibles) verdes y no puedo dormir sin antes tomarme un vaso de agua.
La única palabra que tiene sentido para mí es “perdida”.
Estoy perdida, y no sé qué hacer.
Pienso en esto y aquello.
Aquello y esto... Entremezclado. Todo. Revuelto.

28.7.10

27.

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23.7.10

26. Lágrimas de tristeza por la huída de la felicidad.

“¡Mamá! ¡Mamá!” Gritó mi hijo, corriendo por todo el jardín.

Mirando hacia el cielo, en la mirada tenía un brillo de ingenuidad ¿Qué habrá descubierto hoy que le ha causado ese brillo?

“Mamá, ¡rápido! ¡Se va a ir! ¡Mamáaaaaa!” grita emocionado mi pequeño.

Corro hacia él y lo levanto en brazos. Le miro a los ojos. Noto emoción.

“Te lo perdiste, mamá. Se ha ido” dice desilusionado. Me mira.

“¿Qué se ha ido, mi amor?” le pregunto.

El mira hacia arriba. Yo miro hacia arriba. El cielo despejado y soleado.

“La felicidad, mamá, la felicidad” y lágrimas brotan de sus ojos.

22.7.10

25.

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6.7.10

24. En mi cabeza.

Si algún día abrieran mi cabeza seguramente encontrarían papeles negros y manchados de sangre que tienen escrito los nombres de muchos amores y montones de olvidados.
Encontrarían abrazos cálidos y juguetones, cosquillas torpes y significativas, mentirosas y dolorosas caricias, punzadas de dolor causadas por la presión de tantas mordidas que me han dado.
El primer, el último, el más apasionado y el más doloroso beso en formas de tulipanes y claveles, que apestan a mentiras, ignorancia y enseñanzas.
Encontrarían secretos en formas de lágrimas ahogando todo el contenido en el interior de mi cabeza.
Toda la inteligencia estaría en los rincones, tratando de alejarse de tanto caos.
Todos los nombres que alguna vez pronuncie, tatuados en mi cerebro, susurrando “te amos” y “te odios”, y uno que otro “quien mierda eres”.
Encontrarían pensamientos en forma de libros, unos best-sellers que se venden en mi interior.
Encontrarían neuronas muertas y sabores raros y fuera de lugar.
Así que espero que nunca abran mi cabeza y observen el contenido en su interior, hay muchas cosaslágrimasfloresinformacionsaboresteamosteodiosmentirasmordidasabrazoscosquillascariciasnombresnombresnombres que nadie debería versaber.

7.6.10

23. Papá.

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21.5.10

22. Divorcio.

Podía ver las hormigas subir por mis brazos y como recorrían mi cuerpo. Un cosquilleo producía su tacto con mi piel. Habían tres, y las tres iban por una parte diferente de mi cuerpo.
Podía ver a mi hermano abrazando a su madre, llorando en su hombro como el niño pequeño que se había convencido de no ser.
Podía ver como mi hermana subía las gastadas escaleras de madera vieja, y ni una vez miró hacia atrás.
Podía ver a mi padre. Estaba sentada en su regazo, abrazándole.
Podía ver la Luna, todos estábamos afuera.
-¿Oriana?-preguntó mi padre.
Le miré, dándole a entender que tenía mi atención.
-¿Si me escuchaste?
El árbol de limones de mi patio estaba seco, pronto habría que cortarlo. Ya ni daba limones.
-¿Qué fue lo que dijiste?-le pregunte con voz débil y monótona.
Las nubes en el cielo estaban negras. Iba a llover. Esperaba que la casa se derrumbara.
-Tu madre y yo nos vamos a divorciar.
Esperaba que la casa se inundase. Esperaba ver todas mis pertenencias flotar.
-Eso fue lo que creí escuchar.

16.5.10

21.

Tal vez haya sido mi imaginación. Pero juro haber visto una lágrima asomándose por sus ojos.
No es que sea algo totalmente monumental verle llorar, pero nunca le había visto hacerlo.
Ni en la infancia, cuando se raspaba la rodilla y sangraba. Ni cuando sus padres se divorciaron, y anunciaron que ya no serían una familia. Ni cuando su pareja le atravesó el rostro con una cachetada. Ni cuando le dieron su diagnosis de cáncer.
Y he aquí, ella: Llorando. Llorando. Llorando. Durmiendo.
¿En qué estará soñando que le ha causado tal efecto?
Me imagino que debe ser.
Debe ser porque sabe que está a punto de morir.
Y siempre he sabido que ella me teme.

20. 12:44 de la noche. Adolorida. Cansada. Escribiendo…

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1.5.10

19. Te quiero, hermano.

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28.4.10

18. Amando al ser que no he conocido.

Si supieras que a millardos de kilómetros, te escucho.

Si supieras que inmovilizada, bailo al frente tuyo.

Aquí estoy, esperándote.

Despierta, soñándote.

Destrozada, amándote.

Cegada, observándote.

En silencio, gritándote.


Pacientemente, olvidándote.

17. El perro.

Detesto que me traten así.
Me tratan como si fuera pedazos de escombro, no me interesa seguir su estúpido juego, y no tolero que me hablen con aquellas patéticas vocecillas; como si yo fuera alguien discapacitado o algún hediondo bebé.
¡No les voy a seguir más!
¡Cuando me llamen caminaré al lado opuesto!
No me esperaba esto de pequeño.
Pero bueno. Eso es lo que me pasa por ser un perro.

24.4.10

16. Una bailarina.

Izquierda.
Derecha.
Uno. Dos. Tres. Cuatro.
Vuelta, giro, salto, sonrisa.
Talón, punta, talón.
Las jóvenes bailaban al ritmo de la música. Eran observadas por un centenar de personas, maquilladas y bien vestidas. Las faldas se agitaban en el aire chocando con el espeso aire.
¡Vueltas! ¡Giros! ¡Saltos! ¡Las bailarinas conquistaban al público con sus largas piernas y hermosos cabellos de seda negra!
Violines y chelos, flautas y un piano tocaban una canción divina y peculiar.
La música para.
¡TA TAN!
Pasos.
Pasos.
Pasos.
Una bailarina da vueltas y vueltas.
Sus cabellos girando y formando imposibles formas en el aire. Sus manos acariciando el aire delicadamente como si pudiera llegarse a romper. Sus piernas alzándose hasta su cabeza, dando a mostrar las mallas que llevaba debajo.
Alza la cabeza y hunde sus marrones ojos en los míos, observándome.
Hermana, cuánto tiempo ha pasado…


18.4.10

15. Sueño: Los mormones Santiago y Miranda.

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14. Desorientación.

(el contenido de este post ha sido eliminado)

29.3.10

13.

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24.3.10

12. La prostituta.

Estaba acostada.
Era de esperarse, la verdad, que estaba dormida tan profundamente que a simple vista hubiesen pensado que estaba muerta.
Sus cabellos ocultaban sus ojos, su nariz, su boca…
Llovía como la típica madrugada de octubre. Cuando las gotas chocaban contra las ventanas de vidrio parecía el sonido de la risa un bebe.
Se despertó.
Un poco tambaleante y torpe.
Se apartó los cabellos de la cara y agarró el dinero que el hombre le había dejado.
La paga de una prostituta.

18.3.10

11.

No te enamores nunca, no te enamores jamás, que tu sonrisa de niña se puede marchitar, que tus ojos tan brillantes se pueden empañar con lágrimas puras y firmes que nunca se secaran, que el amor es algo serio que te puede destrozar, que te puede dejar un vacio que tardes mucho en llenar y por mucho que te diga, se que caso no me harás. Sé que conoces a alguien, a alguien muy especial y despacito
Sin saberlo de él te enamorarás. Sentirás nuevas sensaciones que quizás no entenderás y a todas tus amigas de él les hablarás. Y en tu corazón menos fuerte su nombre grabarás; con letras que quizás nunca olvidarás y un día vendrá a buscarte y se sentaran en un banco, y te hablará de miles de cosas que no habrás oído jamás. Y te besará despacito, quizás te asustarás. El día en que te pase esto, tu Mundo cambiará, lo verás maravilloso; un mundo de cristal en el que solo los dos podrán habitar. Mires donde mires su rostro verás, sus cabellos, su sonrisa y su forma de besar. Pero un día de estos, este mundo lo verás derrumbar, te quedarás sentada mirando como él se va, y una lágrima dorada tu rostro mojará. Te quedarás vacía, sin ganas de llorar, lo verás con sus amigos y no lo querrás saludar
Sus ojos con los tuyos siempre se juntaran. Al cabo del tiempo con otra lo verás, recordarás otros tiempos y de nuevo llorarás. Tus amigos y amigas te intentarán animar y te presentarán a alguien, a alguien muy especial. Te gustara su sonrisa y su forma de mirar, y aunque no te des cuenta, amiga mía, te habrás vuelto a enamorar.

-

Definitivamente no poseo esto, no lo escribí ni nada por el estilo ni se quien lo hizo.
Lo recibí en una de esas cadenas (si, lo admito, a veces las leo) y me pareció hermoso, realista y… deprimente.

9.3.10

10. No sé cómo.

No sé cómo, Pero desperté tirada entre los arbustos.
No sé cómo, pero estaba desnuda. Mi inocente cuerpo descubierto. La naturaleza me observaba… Me observaba y yo me sonrojaba.
Me levante. Tal vez un poco muy pronto, pues la cabeza me daba vueltas… Un mareo, sin duda alguna.
Me aferré a un árbol con tronco viejo. Yo diría que ha estado presente en aquel bosque por un par de décadas. Sus ramas afiladas tenían un aspecto terrorífico. Las hojas, todas secas, pero en alguna misteriosa manera se aferraban a las ramas putrefactas.
Caminé ¡cómo dolía! Unas diminutas piedras me pinchaban las plantas de los pies. Quise gritar, pero me contuve, tal vez alguien me pudiera estar observando.
Sentí la cara roja ¿alguien observándome? ¿Así? ¿Desnuda? Oh, demonios… Me rodeé con los brazos, protegiendo mi cuerpo a las miradas asechadoras de un observador.
Al pisar las hojas producía un inquieto pero delicioso sonido.
No sé cómo, pero lo vi. Escondido entre unos árboles acostados, sus misteriosos ojos posaron vista en mis pechos, sonrojada me cubrí esa parte de mi cuerpo.
Cerré los ojos. Creo que me quedé inconsciente.

Solo sé que estaba en mi cuarto, sudando como quien sabe, al borde del llanto; con un par de hojas atrapadas en mis cabellos.

5.3.10

9. Tú y yo somos uno.

Lloraré tus lágrimas.
Se deslizarán por mi barbilla y me harán cosquillas, le darán la bienvenida a la nueva fase de tristeza que cruzara mis días de ahora en adelante.

Inhalaré el aire que tus labios dejaron escapar.
Porque el aire que roza mi garganta no es suficiente para darme oxígeno para respirar. Necesito el tuyo. Dame el tuyo. Tu oxígeno. Déjame respirarlo.

Golpearé tus piernas y le saldrán moretones a las mías.
Porque yo siento tu dolor. Quiero sentirlo. Necesito sentirlo. Lo necesito para sentirme viva…

De mis poros chorreará tu sangre.
Quedaré infectada de ti. Oleré a la sangre putrefacta ya seca en mi piel.

Déjame sentirte.

Oblígame a sentirte.

Porque cuando pienso en ti, ya no solo eres tú, somos tú y yo. Tú y yo somos uno.

27.2.10

8. Fuego en una Noche Fría.

Era una noche fría. Los amantes se encontraban bajo la luz de la luna, pero algo hizo que una chispa destellante comenzara a encender un fuego interior donde se quemaban con la punta de sus lenguas mientras entrelazaban sus brazos y comenzaba una danza ardiente de lujuria y deseo. La sangre hervía... acariciaban sus caras observándose los ojos; y como deseaban estar para siempre juntos se miraron fijamente para no olvidar que contaba el uno con el otro.





Este escrito ha llegado hasta la pantalla de mi laptop por un amigo, uno de los cuales es difícil encontrar, bastante diferente y un tanto misterioso.
Y me pidió –más bien me rogó- que lo posteara, y ¿saben qué? A mí me parece que está muy bien, y pues… Este post es por y para ti, Amigo.

26.2.10

7. Ojalá tuviera a alguien a quien decirle esto.

Y si yo llorara ¿beberías mis lágrimas? ¿Saborearías lo salado de ellas? Su indefinida forma se deslizaría por mi cara y rozaría mi labio inferior. Tú te acercarías y borrarías su presencia.
En ellas se refleja la tristeza de los años que he vivido… En todos los endemoniados errores que he cometido. En todas las veces que mi corazón ha añorado compañía, o una mano la cual agarrar.
Si de mis labios brotara una canción de cuna ¿Te comerías mis palabras? ¿Las masticarías con tus afilados dientes? Las palabras serán reducidas a polvo por tu lengua, las calentarías con tu paladar y de alguna misteriosa manera las convertirías en agua evaporada.
Y si yo mintiera ¿Qué harías? ¿Me golpearías? ¿Me insultarías? ¿Me matarías? El arte del rencor que se asome por tus facciones sería exquisito ver.

Ojalá tuviera a alguien a quien decirle esto.

23.2.10

6. Por la noche.

Miro hacia el firmamento, son las siete y catorce por la noche.
No hay ninguna estrella allá arriba.
Me pregunto si eso significa algo.

15.2.10

5. Que se acabe.

Que se acabe.
Que termine este repugnante momento. Que sangre brote de nuestros ojos y en ellas haya esperanza.
Que se acabe.
Porque no puedo seguir viviendo así. Esta asquerosa vida, viviendo estos asquerosos momentos.
Que se acabe.
Arrojaré al vacio las fotos que guardé en mis venas. Las fotos tan enfermizas. Me enferman. Me enfermas.
¡Que mi puta vida se acabe!
¡Que se acabe ya! ¡Ya no puedo! ¡No puedo vivir más!
Que se acabe.
Que se acaben tus palabras. Que se acaben. Que tu nacimiento sea una puta desgracia.
Que se acabe.
Que mi último aliento desaparezca ya…
Y que lo utilice diciendo la puta verdad.

4. Felicidad.

Fue un ácido mediodía de Julio el cual la vi por primera vez.
Se aproximaba a mí con su andar gracioso y delicado. Parecía una delicada margarita; flotando por el aire con esencia de canela.
Iba tocando las cabezas de los niños y estos reían como si cosquillas les hiciera.
Al tocar las cabezas de los adultos provocaba un delicioso escalofrío en ellos. Y una inmensa sonrisa tomaba lugar en sus caras marcadas de odio y preocupación.
Podía percibir su despreocupado sabor a risas; su infantil olor a sonrisas.
Al llegar a mi encuentro me parpadeó con ojos tiernos. Me observó por unos breves instantes y se abalanzo sobre mí. Se internó en mí.
La felicidad.

14.1.10

3. Tú.

Tú.
Tu nombre; el que se hunde entre miles. El que millones pronunciaron pero jamás recordaron. El típico nombre que los padres les dan a sus hijos. Pero por eso lo amo; porque nadie lo recuerda. Porque fue oído por muchas voces, fue cantado en momentos de pena y gloria. Tu nombre, el que estaba escrito en aquella hoja de papel blanca. Tu nombre, el que hizo estremecer mi interior.
-
Tu sonrisa; vista por muchos, jamás elogiada como debería ser. Tristeza marcada en la punta de tus labios, un par de pétalos de un leve rojo carmín desgastado, como el dinero al pasar por varias manos. Fue tu sonrisa, entre muchas, a mitad de un chiste en lo que yo puse vista en. Fue tu sonrisa la que me hizo sonreír de nuevo.
-
Tus ojos; un par perfecto del color correcto en el clima de mi vida. Como se fijan en cosas bizarras y remotas, alejadas de la vida cotidiana de cada quien. Los que cautivan a un padre a ser mejor. Los que cautivan a un hijo a sonreír a mitad de un funeral. Los que cautivan al mendigo a sonreírle a la lluvia que empapa sus vestidos. Fue tu mirada entre muchas la que obtuvo mi atención. Fueron tus ojos húmedos los que me hicieron llorar por mi padre.
-
Tú.
Porque nadie se compara contigo, eres único entre muchos y saltas encima de los que están en el montón.
Tú.
Porque me haces reírle a los que se sientan a mi lado, porque jamás conocerán a un ser como tú. Me haces sonreírle a la Luna por ser, porque sin ella tal vez no formarías parte de mi vida. Me haces llorar, porque sé que pronto me veras con otros ojos y olvidaras quien soy. Me haces maldecirme a mi misma por ser como soy, porque quiero ser la mejor para ti.
Tú.
Que eres el caballero que saco la espada de la piedra con la que mi corazón había sido apuñalada.
Tú.
Que eres la lluvia que mis ojos ven. Eres la lava que cubre mi corazón. Eres la brisa que acaricia mis sentidos. Eres la voz que me arrullo mientras dormía. Eres el fuego que incendio mi sangre. Eres la tierra que permanece virgen.
Tú.
¡Hey, tu!
Si, tú ¿me oyes?
¿No? Pues agudiza tu oído.
Quiero decirte que—
Si, si quiero marcharme ya.
Pues—
¿Yo?
No, tú.
Tal vez, la memoria me falla.
¿Ahora si me dejarás hablar?
Gracias.
Te amo.
Si.
No, no es broma.
¿Tú me amas?
[…]
Vale, no respondas.
¿Siquiera me quieres?
No.
¿No?
Entonces ¿Qué significo para ti?
¿Enserio?
¿Significo la vida para ti?
¿Y más?
¿En serio?
Me harás sonrojar.
Guarda esos elogios para alguien con la autoestima baja.
Si.
No.
¡No lo sé!
¡TE AMO!
Perdón, era necesario.

9.1.10

2. Lágrimas caían.

Hoy es un buen día para soltar lágrimas.
¡Corre! ¡Mira que ya nos van a alcanzar!
Sonrío como solo una virgen sabe hacerlo.
¡Mierda! ¡APURATE, Pendeja!
Mis manos están sucias.
¡DEMONIOS!
Hay tierra dentro mis uñas.
¡Muévete!
Hoy es un buen día para soltar lágrimas.
¡Ahí vienen otras!
Pienso en mi madre alcohólica.
Rápido. Rápido. Deslízate ya.
Pienso en el hombre que le pegaba.
Ya falta poco. Sobre la orilla ya casi voy.
Me miro en el espejo y veo una lágrima luchando para caer.
¡Sácame de este calvario!
Limpio mi cara y observo que las lágrimas han desaparecido.

4.1.10

1.

Era una cálida tarde de Enero. Las personas respiraban, leían, reían, observaban el paisaje y tomaban café. Inhaló profundamente el delicado olor a canela, y suspiró con un gran alivio en sus pulmones.
Se levantó de la silla y empezó a caminar a donde debía. Su mente estaba en blanco, despistada y tranquila.
Desde el ojo exterior se podía admirar su caminar elegante, su larga melena dorada balanceándose y rozando su espalda. Sus brazos delgados moviéndose silenciosamente y sus zapatos de tacón rojo haciéndose resonar.
De su piel desprendía un olor a incienso. Tóxico y maravilloso a la vez.
Y, ella, tarareaba audiblemente.
Tic
Tic
Tic
Tic
Tic, el reloj marcaba los segundos. Haciéndole recordar a la mujer de melena dorada que iba tarde a su cita.
Ella, obviamente, no estaba al tanto de quien la vería y el por qué.
Solo recibió una carta roja con una nota. Y ésta tenía escrita “A las tres y media, a la vuelta de la esquina de tu café favorito”.
Esa mañana se había puesto un corto vestido negro; el cual ponía al descubierto su busto y de las rodillas para abajo. No sabía si le esperaba alguien importante o algún admirador secreto y por eso nerviosamente se colocó labial en sus labios.
A la esquina había un callejón bastante estrecho.
Unos basureros gigantes con ruedas, unas cajas de cartón que reposaban en el suelo, y el olor hediondo a alcantarilla le recordó a cierta escena de película.
En cuestión de segundos al haber adentrado el callejón, un silencio repentino ahogó el lugar y se dio cuenta de que sabía lo que le esperaba.
Se volteó con un aire seguro, caminando hacia la figura envuelta en una capa negra. Al estar a un metro de distancia con una de las comisuras de sus labios levantada, las cejas arqueadas, la espalda firme y una de sus manos en su cintura le murmuró a la muerte “Padre”.